Perder el tiempo de forma positiva
Es muy fácil perder el tiempo. Sobre todo cuando haces cosas que no te aportan nada. Cosas que no te hacen feliz, no te generan dinero o no te añade algún tipo de valor que mejora tu propia situación (o incluso la de terceros) aunque sea dentro de un futuro no muy lejano.
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Ahora mismo estoy en el tren de camino a Barcelona para impartir por la tarde mi nuevo curso. Me he levantado a la 5 de la mañana y desde las 6:40 estoy sentado en mi asiento teniendo delante de mí un viaje de 5 horas. Lo que más me preocupaba antes de entrar en el vagón era el hecho si iba a haber o no un enchufe. Por suerte lo hubo y ya me hice mis número de todo lo que iba a avanzar a nivel de trabajo. La realidad es que no he hecho absolutamente nada. Han pasado más de 2 horas y no he sacado ni un maldito post para estar tranquilo el fin de semana.
Perder el tiempo es increíblemente frustrante (como te habrás dado cuenta). Es como un agujero negro en el que una vez que te hayas acercado a el, es increíblemente difícil volver a salir otra vez. Para empezar, es mejor no entrar. Es increíblemente fácil distraerse sobre todo cuando tienes la sensación de que te sobra el tiempo. Igual eso es la razón por lo que la que suelo funcionar mejor con estrés (yo y la mayoría de las personas). Lo peor de todo es que tiene solución si eres disciplinado:
- Saltar de una tarea difícil a una distracción no es un problema si te lo tomas como un premio. Hay que evitar la tentación de entrar en el correo antes de empezar a trabajar realmente. Haber logrado un primer resultado nada vez empezar es increíblemente motivador y aumenta la probabilidad de que la jornada acabe de manera productiva.
- Hay que ser realista en las previsiones para no frustrarse. Para las 5 horas había planificado 3 entradas para el blog, un contenido de 1.000 palabras para Quondos y la traducción de un archivo Excel de 630 líneas. Está claro que no lo voy a lograr pero desde el principio hubiera sido más razonable ser menos optimista para que la no-consecución de objetivos genere un circulo vicioso de frustración con el que se consiguen menos cosas todavía.
- Cambiar el concepto de “perder el tiempo”. Es un arte saber engañarse a si mismo de vez en cuando. La pérdida de tiempo no siempre tiene que ser percibida como algo negativo. Las distracciones surgen porque hacemos cosas que nos apetecen. Puede incluso que de forma inconsciente las necesitamos. El burn out es un riesgo real a la que cada persona apasionada con ganas de comerse el mundo se enfrenta. Si esa desconexión con baja productividad ayuda temporalmente a sentirse mejor es tiempo bien invertido.
En vez de perder el tiempo deberíamos hablar de pasar el tiempo como diríamos “pasar un rato”. Nuestra forma de hablar implica que estemos haciendo algo negativo y hace que nos sentamos mal. En realidad no he estado 2 horas haciendo nada. He enviado mensajes a amigos, he descargado fotos de mi móvil de los peques (liberando espacio para poder volver a activar Whatsapp que me sirve sobre todo como herramienta de trabajo), he hecho networking y he desayunado. He hecho cosas buenas para mí aunque en ese momento únicamente en parte haya aportado a finalizar las tareas del trabajo.
Cambiar el chip te ayuda recuperar una actitud positiva. Es lo más importante en los días productivos. Todavía el viaje no está del todo “perdido”. Finalizo y sigo con el post número 2. ¡Feliz sábado (aunque para mi escribiendo estas líneas todavía sea viernes)!
Source: Marketing de Guerrillas