Marketing es empatía
¿Te acuerdas sobre el debate del vestido y sus colores? Se convirtió en un fenómeno viral porque algunas personas identificaron como colores el azul y el negro y otros estaban convencidos que era blanco con dorado. Hay una explicación científica detrás que dice que “los colores en realidad no existen, son percepciones”.
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El ser humano es un tanto complejo. Puede calificar el mismo objeto de forma diferente. El vestido polémico es únicamente un ejemplo de muchos de cómo los individuos califican la misma realidad de forma totalmente opuesta.
Si el cerebro humano tiene ya una percepción diferente para algo supuestamente sencillo como los colores, es relativamente fácil de entender que surjan tantos malentendidos en entre las personas. Hay varias razones detrás:
- Diferentes percepciones: esto es algo que tiene que ver con nuestra manera de ver e interpretar el mundo. Es una mezcla de valores personales y la manera de cómo juzgamos las cosas. Hay cosas a las les damos más importancia que a otras. Tienes amigos que no se ofenden si te olvidas su cumpleaños y otros que van a estar bastante cabreados durante un tiempo.
- Diferentes perspectivas: esto tiene que ver con el lado en el que te encuentras. Profesor o alumno. Jefe o trabajador. Cliente o Empleado. Lo normal es que solemos primero ver nuestro lado y luego el de los demás. Tampoco no hacemos en general el esfuerzo de ponernos en la piel de los demás. Existen siempre dos lados de la moneda.
- Diferentes interpretaciones: podemos decir lo mismo pero entender cosas muy diferentes. Lo normal es que no existe la información completa por lo que siempre hay un margen de interpretación. Es por eso que los abogados están tan bien pagados. Lo normal es que cada uno defienda primero sus intereses de forma consciente o inconsciente.
Es normal que tengamos perspectivas a las cosas. Por lo tanto hay que tener claro que no existen las verdades absolutas porque cada uno tiene la suya. No es único importante para cuidar las relaciones personales sino también para las profesionales e incluso para el marketing.
Los mensajes que comunicamos no contienen necesariamente la información que hemos querido transmitir. Aunque entiendan lo que digamos no tiene que ser siempre lo que quieran escuchar. El marketing es tan complicado porque las personas somos complejas. Queremos que nos aprecien y traten como pensamos que nos merecemos. Marketing es analítica pero también es empatía más allá de lo que nos dicen las cifras y las estadísticas.
Source: Marketing de Guerrillas