¿Cuánto vale realmente tu tiempo?
El tiempo vale oro. No soy el único que lo dice ni me he inventado la frase. Casi todo el mundo la utiliza. La pregunta que nadie se hace es: ¿cuánto vale realmente tu tiempo? Soy consciente que a todo se le puede poner un precio.
Derechos de foto de Fotolia
La cuestión es si alguien está dispuesto a pagarlo. Si eres freelance puedes ponerle a tu tiempo un precio por hora de x euro o dólares. En este caso no me refiero exactamente a eso. La cuestión es si el tiempo siempre vale lo mismo independientemente del contexto.
Tu tiempo vale tanto como el valor que eres capaz de generar en ese momento
¿Qué significa esto de “tu tiempo vale tanto como el valor que eres capaz de generar en ese momento”. Estamos hablando del coste de oportunidad aunque también me gusta el concepto del valor del momento. Pero eso ya es otro tema. Comparemos costes y si podemos pongámosle un valor real en euros.
- Si no eres productivo tu tiempo no vale nada: “nadie te paga por pensar” es lo primero que se me ocurre aunque esa frase tampoco es cierta. De vez en cuando viene bien pensar ( p.ej. ser más productivo). Pasar tiempo en Facebook o Twitter compartiendo fotos de gatitos cuando realmente podrías estar “currando” hace que tu tiempo en ese momento valga 0 euros.
- El valor de tu tiempo en comparación con el de otra persona: imagínate si contratas una personas para hacer lo que haces tú. Únicamente tiene sentido si esto te supone un ahorro porque liberas tiempo para realizar tareas que aportan más valor. A corto plazo este cálculo no siempre tiene que funcionar. Aunque subcontratar la creación y maquetación de un blog con WordPress cumpliría esta condición, tendrías que sumarle el coste y riesgo de búsqueda de un freelance de confianza. Si tienes que lanzar un proyecto a corto plazo no tendrás otra opción que hacerlo en persona.
- Realizar tareas por debajo de tu “estatus” para motivar al equipo: en Coguan hubo tiempo donde teníamos más de 30 personas en la plantilla. Cómo CEO y fundador tenía mucha responsabilidad siendo todavía relativamente joven (28 años). Una de mis tareas era comprar el papel del váter. No lo hice porque me gustase sino para dar ejemplo que no me importaba hacer lo que pedía. Era una forma de motivar al resto del equipo que a pesar de estar “perdiendo mi tiempo” se compensaba por una mayor motivación de las personas en Coguan. Ahora no me preguntes en qué medida y/o porcentaje esto ha aumentado global porque tendría que sacarme un dato de la manga (para no decir inventar).
El valor del tiempo cuando no eres productivo
Una cosa es perder el tiempo procrastinando. Otra cosa es la invertirlo en hacer cosas que te hagan más feliz. Esto puede ser practicar un hobby, pasar tiempo con la familia o los amigos y cualquier otra actividad que te ayuda a aumentar la calidad de vida.
En ocasiones tienes que remplazarlo con tareas de trabajo. Cuando no tienes otra opción porque tienes que cumplir con fechas de entrega se hace sin más y punto. No es recomendable hacerlo con frecuencia porque te puedo decir por experiencia que sin darte cuenta te vas quemando poco a poco. La pasión se convierte en frustración y luego en sufrimiento. En los últimos meses de vida de Coguan ya no me levantaba con ganas para ir a la oficina. La llama se había apagado.
Otra cosa a valorar es cuando tienes la opción de elegir. Te proponen participar en un evento un sábado, un trabajo que requiere trabajar el fin de semana, hacer networking un domingo, etc. En este caso la recompensa debería ser muy alta. En mi caso aplico un multiplicador de 2-3. Si acepto una propuesta entre semana, la misma tiene que ser 2-3 veces alta si me supone trabajar sábado y/o domingo. Por lo menos si tienes familia como yo y estos huecos son de los más sagrado.
“El tiempo vale oro” sí pero… Todo es relativo y tiene matices. Por defecto tu tiempo no vale más que el de los demás. La percepción siempre es así dando igual si eres jefe, trabajador o el fundador de Facebook. Vale, Mark Zuckerberg tiene más recursos que otros pero espero que entiendas mi punto…
Source: Marketing de Guerrillas